Calvià vila

Pasea por las callejuelas de este pequeño pueblo con encanto. Calvià Vila es un excelente punto de partida para seguir explorando el interior del municipio además de ser una de las paradas más populares para la práctica ciclista. Este pueblo se puede ver desde los distintos lugares elevados del término además de estar situado entre montes boscosos y el Puig del Galatzó. Para llegar hasta el pueblo tendremos que desplazarnos hasta  tierras más o menos planas destinadas al cultivo del olivo y la almendra, por lo que tampoco sorprende que el pueblo esté rodeado de casas diseminadas, con huertos y campos, salvo en el centro donde se encuentra el edificio consistorial y donde tiene lugar un mercado cada lunes en el que se pueden comprar productos autóctonos.

Lo primero que llama la atención de Calvià Vila es su iglesia y las dos torres altas que la rodean y que nos descubren su historia. La iglesia de San Juan Bautista es originaria de 1248 pero apenas se conservan restos originales al ser sustituidos en diferentes épocas por construcciones más modernas. El edificio actual presenta una fachada historicista que combina elementos neorománicos con un gran ventanal neogótico y dos esbeltas torres gemelas en donde se encuentra el campanario.

No obstante, gran parte de la belleza del pueblo reside en la tranquilidad y su ambiente pausado que de algún modo lo han caracterizado durante siglos.